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TRAICIÓN A LA DEMOCRACIA. SUMISIÓN AL TERROR

Publicado en "El Periódico de Yecla" el día 6 de Diciembre de 2006.
Algo pasa en este país cuando no se escucha a quienes han dado su vida por España, a quienes han defendido, incluso con su vida, la ley y el orden constitucional vigentes. Algo pasa cuando no se escucha al clamor popular que grita en las calles a ZP para que no se rinda ni ceda al chantaje del terror. Algo pasa cuando más de un millón de personas salen a la calle y se les desprecia, critica y se calumnia a los miembros de la AVT. Algo pasa cuando la televisión estatal emite “Cine de Barrio” a la misma hora en que ese millón de españoles se manifestaba, de forma pacífica, por las calles de la capital de España, Madrid. Algo pasa cuando Pedro Saura y Domingo Carpena, hasta el día de hoy no sabemos candidato a qué, siguen con su silencio habitual, sumisos a las órdenes de Rodríguez Zapatero y no se han pronunciado como sí lo han hecho Bono, Ibarra, Rosa Díez…y tantos socialistas que creen en la unidad de España y no piensan que la Paz se consiga cediendo a las voluntades de los violentos. ¿Pedro Saura y Domingo Carpena piensan lo mismo que Zapatero? El que calla otorga, y mientras no digan lo contrario, tanto Saura como Carpena, son cómplices de negociar con ETA a espaldas de la sociedad española y murciana en particular. Ocurre que la Asociación de Víctimas del Terrorismo (AVT) se está movilizando y junto a ella toda la sociedad española que no cree que la mejor manera de ayudar a conseguir la paz en España sea sentarse con los terroristas, de tú a tú y empezar a negociar, olvidando y perdonando, sin memoria histórica, los destrozos que han conseguido a lo largo de todos estos años. No se puede olvidar a quienes han dado su vida por España. Todo el mundo se acuerda del atentado de Hipercor, de la Casa Cuartel de Zaragoza, del atentado de Vallecas, de la cobarde ejecución de Miguel Ángel Blanco, del asesinato por la espalda de Gregorio Ordóñez, el profesor Manuel Broseta, Fernando Múgica, el matrimonio Jiménez Becerril, el policía nacional Ángel García Rabadán, Jose Luís Caso…y así hasta mil inocentes, muchos de ellos niños pequeños, indefensos, cuyo único pecado era ser hijo o hija de un defensor de la Constitución Española, guardia civil, político, periodista, juez, militar… o simplemente, estaban en el lugar equivocado en el momento equivocado. El Partido Popular está, como ha estado siempre, al lado de las víctimas del terrorismo, al lado de los que han sufrido el chantaje y las amenazas. El Partido Popular está a favor de que se cumpla la ley, del cumplimiento íntegro de las penas. El Partido Popular no cederá al terror porque sería, en cierta forma, legitimar el uso de la fuerza para conseguir los fines perseguidos. Al final ganarían los terroristas, los chantajistas, los manipuladores…y eso, en un estado democrático no se puede permitir ni consentir. Desde el Partido Popular, queremos dejar claro que en modo alguno podemos comparar esta situación a la de 1998, la situación a la que hace referencia el PSOE para legitimar su cobardía al ceder a las exigencias de ETA, sentándose a negociar con ellos a espaldas de los españoles, sin luz ni taquígrafos. En ningún momento el gobierno de Jose Mª Aznar puso sobre la mesa la soberanía nacional, ni la anexión de Navarra al País Vasco, ni la amnistía generalizada...Esto hay que dejarlo muy claro. El gobierno de los GAL utilizó la fuerza sin creer en la justicia del estado de derecho. Ahora, el gobierno de ZP, para expiar esos “pecados” del pasado asociados a gobiernos del PSOE quiere hacer todo lo contrario, legislar para hacer una justicia sin fuerza hacia los violentos, los chantajitas, los terroristas, que no utilizan los cauces democráticos para reivindicar sus pretensiones soberanistas, dicho sea de paso legítimas en un estado democrático como el nuestro. Otra cosa es que se ponga en juego la unidad nacional, y eso, el Partido Popular no lo pone en peligro. El PP es todo un garante de las libertades y derechos constitucionales que todos nos dimos en el año 1978 hace 28 años, y esto no es precisamente de lo que pueden presumir otros, pero el PP sí presume de hacer patria, de hacer España, todos los días, desde cualquier Ayuntamiento o Comunidad Autónoma. El PP estará siempre defendiendo la Constitución Española, estará al lado de los que la defienden y la han defendido con su vida. El Partido Popular quiere la paz, pero no a cualquier precio, no a costa del olvido y la dignidad de las víctimas. La unidad de España es innegociable. Aquí no hay más camino que el de hacer cumplir la ley. No se puede legislar favoreciendo al que siembra el terror, al que trata de imponer su voluntad mediante la fuerza. Si eso es lo que quiere el PSOE, adelante, las traiciones se pagan en las urnas, y el pueblo español sabrá valorar, en su justa medida, el alcance de este proceso negociador emprendido por Zapatero, en el que ha olvidado y despreciado el dolor de las víctimas.