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DERECHO Y POLÍTICA

Los últimos años nos están enseñando a todos lo importante que es tener a una casta política preparada, eficaz, competente y desinteresada, con vocación de servicio a la sociedad y no a sus bolsillos como ocurre con un buen puñado de golfos que siguen estando en las primeras líneas de los partidos políticos sin que nadie pueda o quiera echarlos. Son muchos los problemas agravados por no tener políticos serios. Una crisis económica que, en condiciones normales hubiera durado un par de años, en España se va a alargar hasta una década más que en el resto de Europa porque aquí no se hicieron los deberes cuando tocaba. Y no se hicieron porque quienes estaban no tenían ni idea o servían a otros intereses y los que esperaban no eran conscientes de la que se les venía encima. Ahora, en el momento más importante de los últimos 40 años, donde España necesita lidiar dos toros, el desafío nacionalista y el paro, no podemos permitir que quienes han sido parte del problema puedan ser parte de la solución porque, entre otras cosas, es una contradicción. En el PP es hora de que el millón de afiliados tomen el rumbo de una formación que, últimamente, parece ir a la deriva, sin rumbo firme y definido. Hubo un tiempo en el que los dirigentes inspiraban confianza y sus hechos lo demostraban. Hubo un tiempo en el que los congresos a la búlgara escenificaban un apoyo total con el líder y su equipo. Hubo un tiempo en el que el líder hablaba claro y las ideas del partido primaban frente a las paellas mentales de sociólogos y gurús que han invadido la política española. Hubo un tiempo en el que no se ponía en tela de juicio a los que mandaban porque el rumbo era coherente y firme. No se traicionaban a quienes habían dado su vida por la libertad y por España. Hubo un tiempo…
Es hora, parafraseando a Benedicto XVI, de que el político sepa cuál es su deber fundamental: Servir al Derecho y Combatir la Injusticia. Es hora de recuperar esa ilusión por las personas, por España. Es hora de sustituir todo lo que no ha funcionado  y nos ha llevado a la crisis, no solo económica sino también de valores, más salvaje que ha tenido España en los últimos 50 años. Es hora de cambiar sin romper con el pasado, como le gusta a la izquierda y los acomplejados de la derecha que rompieron con el pasado del PP para centrarlo en no se sabe dónde y que lo han puesto en el borde del precipicio. El daño  ya está hecho, que no se piensen que bajando el paro la gente olvida…Un gobierno tiene que gobernar para gente inteligente.

El primer gesto que tendría que hacerse en el PP es, como dijo hace unos días Esperanza, dar a cada militante un voto. Son  curiosas algunas cosas que pasan. Luego salen los responsables de organización del partido y dicen que quien tenga algo que decir tiene los cauces abiertos. Eso no es  del todo verdad. Para poder participar en los congresos, locales, regionales y/o nacionales tienes que ser compromisario. A modo de ejemplo, yo intenté presentarme en tiempo y forma como compromisario hace dos años al Congreso Regional en mi distrito y me dijo el virrey de turno ( alcalde pedáneo que no ha sido elegido por los ciudadanos, sino por un comité de expertos) que ya estaba todo adjudicado y que no me preocupara. Que no se hacían elecciones para eso. Que era el presidente de distrito el que lo llevaba y que ya había decidido él quienes iban a ser los compromisarios. Que ya me llamarían para las elecciones y me darían unos mecheros de propaganda….así…tal cual….Penoso. Vomitivo.
No se tiene que tener miedo a la verdad ni a la Democracia. No es cierto que las primarias en el PP traerían el desorden y el caos. Lo que no se puede es gobernar a golpe de estatutos y  con la espada del Comité de Conflictos y Disciplina. Ahora más que nunca, en pleno proceso de renovación del Partido Popular son las bases las que tienen que gestionar ese cambio. Algunos dirigentes no han hecho otra cosa en su vida que vivir del Partido Popular. No saben lo que es una nómina en una empresa privada o pública…así es imposible que se puedan dar ideas para sacar adelante a España. Es hora de una transición moderada, sin sobresaltos. Una transición en la que no sobra nadie pero en la que muchos tendrán que dar un paso atrás y hasta dos algunos para que la maquinaria del Partido Popular pueda funcionar como lo hacía hace más de una década. Un partido vivo es un partido que renueva personas y pone en revisión constante sus ideas y ello no es posible sin una limitación de mandatos en el tiempo dentro del partido. Solo así nos aseguraremos de que quien tenga cargos lo hará con una clara vocación de servicio y alejaremos la tentación de querer perpetuarse y frenar así la incorporación de nuevas ideas y personas, sensación que tiene el afiliado de a pie. Solo llegan aquellos que han pasado el filtro…
Hace poco he tenido acceso al Reglamento de Régimen Interno de una Región del PP y me preocupó especialmente un punto, en concreto el que hace referencia al supuesto de Dimisión, Incapacidad o Fallecimiento del Presidente del Gobierno Regional. Se dice que será la Junta Directiva del Partido la que, a propuesta del Comité Ejecutivo, elegirá de entre los diputados regionales al sucesor. Como ciudadano no estoy de acuerdo en que sea un partido el que elija al sucesor en caso de algunos de estos supuestos. Los ciudadanos que dieron su voto al Partido Popular lo hicieron al Presidente y en su defecto dieron también su apoyo a los Diputados Regionales que el Partido Popular presentaba en sus filas. Son ellos, por tanto, los depositarios de la voluntad y soberanía popular y por ende, les corresponde a ellos votar y decidir quién será el sucesor en un caso dado. Es un Derecho al que no podemos renunciar los ciudadanos. Hemos dado nuestro voto a un político, con nombre y apellidos y lógico es que, para cubrir una posible eventualidad, se nombre a una persona de transición, votada por los ciudadanos,  para terminar la legislatura y luego, cuando toque en el PP,  se pueda abrir con tranquilidad el debate del próximo presidente, sin dedazos,  y sin que afecte por ello al gobierno de toda una Región. Un ejemplo es Madrid, el nuevo Presidente de la Comunidad no es el presidente del PP y tampoco tiene a su servicio al aparato del partido para perpetuarse en los próximos años. Que gane el mejor, el más preparado y  el que tenga más vocación de servicio a la sociedad, el que crea y respete el Derecho de ciudadanos y militantes a elegir sus políticas. Desvirtuar el Derecho es destruir la Justicia…

Creo que se me entiende perfectamente, no voy a extenderme más. Acabo con una reflexión de San Agustín: “Quita el Derecho y, entonces, ¿ qué distingue al Estado de una gran banda de bandidos?”

Sin miedo

Queridos amigos, he permanecido en silencio durante un largo tiempo, expectante con los acontecimientos diarios de España y del Partido Popular, hasta el día de hoy y según reza en los Estatutos, representante de la Derecha Liberal Española. En breve, sin miedo a represalias ni a expulsiones y aquelarres de comités de conflictos y disciplinas, voy a escribir, desde la Libertad, como hasta ahora ha sido, mi parecer sobre la situación actual de la Derecha Liberal de España.

 "La libertad política implica la libertad de expresar las propias opiniones políticas verbalmente y por escrito; la tolerancia implica el respeto por todas y cada una de las creencias individuales." 

Esto lo escribía Einstein refiriéndose a la situación política alemana en Marzo de 1933. Perfectamente aplicable a la situación política actual de España, donde cualquier posición contraria a la clase dominante es tachada de antipatriota y de traición. Me niego a pensar que la España de 1812 ha desaparecido por completo...

Saludos liberales a todos.


Alfonso J.

Mover el mercado de los coches.

La industria automovilística es una de las más importantes de España, no solo por los empleos directos que genera, sino también por los indirectos, que en algunos casos, los cuadriplica. Ahí tenemos los casos de Valencia, Barcelona, Valladolid y Zaragoza, entre otros. A pesar de los planes Prever y los incentivos fiscales para la compra de vehículos nuevos, la cosa no acaba de arrancar. Uno, que no es economista ni lo pretende ser, se pregunta por qué para comprar una casa los bancos nos ponen unos intereses ridículos en comparación con los que tenemos que pagar para comprarnos un coche o una lavadora, por ejemplo. Los bancos y cajas, que son los grandes beneficiados de la ingente cantidad de dinero público que ha ido a sus arcas para sanearles las balanzas, de otra parte, muy mal gestionadas por parte de algunos,  deberían, además de de devolver el dinero al Estado en tiempo y forma, estar obligados a actuar de manera menos usurera con los ciudadanos. En Francia los bancos están dando dinero para la compra de coches a poco más del 5% de interés, cuando aquí en España no bajan del 7 e incluso llegan al 9 por ciento en algunas cajas. ¿ Realmente queremos reactivar el consumo interno de España o queremos seguir empobreciendo a las clases medias, que son las que siempre han tirado del carro? Los bancos y cajas de ahorro, sobretodo éstas últimas, están haciendo su agosto pues piden dinero al 1% y lo emplean  en dar créditos a más del 7%, toda una cifra redonda de negocio. No soy partidario de que el Estado intervenga en la economía pero sí de regular ciertas prácticas bancarias más propias de la usura que de la banca comercial. Aquí hay bancos que han hecho sus deberes y no han recibido ayudas públicas. Otros y las cajas de ahorro en especial, han sido rescatadas con el dinero de todos los españoles y sería una buena noticia que el Gobierno emplazara a las entidades intervenidas a poner unos tipos de interés acordes a las posibilidades de los españoles. Comprar un coche de 20.000 euros, por ejemplo, no puede costar, al cabo de cinco años, al bolsillo del comprador más 27.000 euros. Si los bancos y las cajas no pasan por esto, porque con su dinero quieren seguir comprando deuda pública española artifcialmente alta para negocio de golfos y adláteres, debieran ser las compañías de coches las que, para reactivar su negocio, bajaran el precio de sus intereses a cotas más razonables. Esta es una de las claves de la política expansiva del Corte Inglés, el pague sin intereses o a intereses muy bajos en meses u años, lo que la convertido en una de las empresas españolas que más y mejor ha resistido a la crisis, lo que no significa que no la haya notado.  Algún listillo podrá decirme ahora, muy bien Alfonso, pero eso que tú defiendes al final desencadenaría en una subida de precios e inflación ¿ seguro ? La verdadera libre competencia no subiría los precios, al contrario, los bajaría. Esto es lo que ha pasado a lo largo de los últimos años con tanta marca de coches, tanta compañía de teléfonos, etc.. Las clases medias necesitamos que alguien le saque los colores a los que están haciendo negocio. ¿ por qué los bancos y cajas españolas para comprar un coche tienen los créditos 200 puntos básicos más caros que los franceses, por ejemplo?